Munich, 2016 (foto Kike) |
Los últimos atentados terroristas ocurridos en Alemania han cambiado el sentimiento de seguridad con que se vivía en ciudades como Múnich. ¿Qué es esto qué pasa ahora? Lo nuevo parece ser es que nadie está ya seguro al salir a la calle, porque existen muchos dispuestos a disparar a la multitud para reivindicar sus ideas, o descargar su odio. Sin analizar en detalle los motivos de quienes cometen atentados, lo cierto es que el sentimiento terrible de matar al prójimo aunque se pierda la vida en esas acciones, es hoy una opción existencial para muchos jóvenes. Las armas se consiguen con facilidad. Las injusticias sociales y las guerras que azotan el mundo siempre darán justificativos para el crimen.
Luego, los ecos que dejan estos atentados en la población son temor, odio también, inseguridad, frustración....desolación.
¿Pero porqué está el mundo en guerra? ¿Quién vende las armas? Habría varias respuestas, pero es así: la muerte avanza sin reparo como una epidemia moderna.
Para las personas de fe, la palabra de Dios explica detalladamente que todo esto que sucede, principio de dolores son, principio de una gran tribulación de toda la humanidad tras lo cual se manifestará el Hijo de Dios, Jesucristo el Mesías (Mateo 24: 29-35; Marcos 13:24-37).
Es alarmante lo que sucede, pero puede verse también con la esperanza de un mundo venidero de Justicia Universal.
Es parte del plan de Dios. Los cataclismos profetizados ( guerras, hambres, pestes, terremotos) no afectarán a quienes pongan su fe en Jesús el Cristo. El tiempo de tribulación que está empezando demanda por tanto una preparación espiritual, para no sucumbir a lo malo, y tener parte en lo nuevo que vendrá, tras el “fin de los tiempos”.
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